18 noviembre 2008

50. Disculpe el Señor

Son tiempos difíciles para la clase trabajadora. La desconfianza cada día ocupa un lugar más preferente en los pensamientos de los trabajadores que van viendo como el Gobierno mantiene reuniones de alto nivel, al tiempo que hace un millonario reparto de fondos para salvar la economía de unos pocos, de aquellos que por boca de si mismos, no han sido lo suficientemente solidarios. Desde la oposición, una vez más, se hace demagogia y en esta ocasión a costa del desempleo, queriendo achacar a los gobernantes la culpa de todos los males que se nos están viniendo encima. Es sabido que la problemática actual estaba anunciada. Por múltiples razones, habremos de pasar, todos, por tiempos difíciles. Es necesario jugar limpio y no meterse en camisas de once varas, hablando del crecimiento del desempleo con frivolidad, como si con uno no fuera nada. Lo hemos dicho, no una sino varias veces, y volveremos a decirlo: Juan Somavia, Director General de la OIT invitó a los altos responsables mundiales tanto de las empresas como de los gobiernos a que se adopten medidas urgentes, sentenció que la crisis del empleo amenaza la credibilidad de las democracias del mundo, anunció que "La crisis no va a pasar desapercibida ni en las calles de los países ricos ni en las de los pobres" y que "El trabajo decente está en el corazón de las preocupaciones económicas y sociales de todas las personas". Es muy importante no olvidar que al lado de las soluciones financieras, habrán de afrontarse soluciones sociales y, estas, han de tratarse con quienes representan a las trabajadoras y a los trabajadores, los propios ciudadanos. El Presidente del Gobierno, viene obligado a hacer un pequeño esfuerzo por verse cara a cara con el mundo del trabajo; una reunión con los representantes directos de los trabajadores, resultará, sin duda, sencilla y enormemente productiva. La oposición, por supuesto, debería hacer otro tanto. Siempre resultará mejor, una reunión sincera con la parte social, la que resultará más castigada por la crisis, que persistir en la crítica sin fondo, ante quienes no pueden comulgar con ruedas de molino. Sino, ¿qué podemos hacer?, ¿dejar que todo se malogre y se llene el recibidor de pobres?, ¿cantar?. Cantemos, letra y música de Joan Manuel Serrat. Pincha: Disculpe el señor Salvo mejor parecer. Baldomero Gómez

06 noviembre 2008

48. Zapatero, los Comités de Empresa, ...la "O" de obrero

Nadie puede dudar que la principal razón de ser de los trabajadores son unas adecuadas condiciones laborales y la calidad de vida propia y de los suyos; nadie duda tampoco de que es necesario mantener, cuando menos, activa la cadena trabajo-empleo-consumo-riqueza. Es cierto que existe un interesante debate, de largo tiempo, en el mundo de las relaciones laborales en el seno de las empresas respecto de la doble figura de los Comités de Empresa y las Secciones Sindicales. España, en su momento, durante el primer Gobierno de Felipe González dio pasos de gigante en materia de derechos sociales, algunos de tales derechos hoy adormecidos, pero no desaparecidos. El Presidente del Gobierno Don José Luis Rodriguez Zapatero ha venido perdiendo en estos últimos meses cierta popularidad a causa de los graves problemas económicos y de la falta de protagonismo de España en los foros internacionales. Es cierto también que Zapatero, una vez más, con tesón y mucho coraje mantiene una lucha sin cuartel por colocar a España en primera fila, a medio de talante. Hemos visto como ha ido dando pasos certeros y prudentes reuniéndose con los lideres financieros y con la oposición; vemos como trata de arañar fondos e ideas para mantener la confianza. Ahora, toca dar un verdadero ejemplo de sensatez y buena fe. Sí, ha llegado el momento de coger el toro por los cuernos en materia social. Es la hora de hablar cara a cara de forma real con los trabajadores y con los empresarios. No puede olvidar el Presidente que todos esperan un gesto suyo. Debe reparar en que al lado de la representatividad que ostentan los Sindicatos mayoritarios por Ley, la cual emana de los resultados electorales sindicales, justo al lado, como fuerza centrífuga existe la base esencial de la realidad del trabajo que emana de las urnas, directamente del voto de los ciudadanos-trabajadores-consumidores, son los Comités de Empresa. Ahora, Zapatero, la acción pasa por la convocatoria de los protagonistas sociales, grandes empresarios, presidentes de Comités de las grandes empresas del país, un representante de cada uno y de todos los sindicatos, sin olvidar ninguno, un representante de las organizaciones de empresarios y de autónomos, pescadores, agricultores-ganaderos, mineros. Con la verdad y de frente, con la legitimidad de dirigir un partido que lleva la "O" de obrero. Salvo mejor parecer Baldomero Gómez