Ver a los líderes sindicales, -Fernández Toxo CCOO y Cándido Méndez UGT-. metidos en harina, haciendo planteamientos concretos y firmes, no puede menos que producirnos alegría. El pasotismo injustificado de los últimos tiempos causaba decepción; por contra, el posicionamiento valiente de Cándido Méndez ante el líder de los empresarios Gerardo Díaz Ferrán más
proclive ahora a escuchar o, las propuestas cabales y certeras de Ignacio Fernández Toxo, permiten respirar hondo, más motivados ante un tiempo nuevo con visos de renovación.
Por fin, despierta la inquietud realista por dar verdadera solución a los problemas del mercado de trabajo, en conjunción con los cambios de cultura, ya sean referidos a las modalidades de empleo al uso, ya lo sean al modelo productivo propiamente dicho.
El anuncio, a modo de señuelo, planteado por la Vicepresidenta Elena Salgado, sobre la implantación de modelos normativos de otros países, en materia de contratación parcial, ha abierto un debate necesario, respecto de la busqueda de soluciones, con la acertada plática sosegada a que nos tiene acostumbrados la Ministra económica.
Un cambio de cultura, necesario sin duda alguna, habrá de ser precedido de un cambio normativo que haga posible la consolidación de los acuerdos al tiempo que marque de manera clara la transitoriedad de otras medidas. Es por tanto, llegado el momento de plantearse la tan manida reforma laboral, basada en un objetivo de modernidad en las relaciones laborales y como pilar de la reforma de modelo productivo, sin obviar la adecuada protección de los derechos de los trabajadores. Hacer una improvisación podría no tener las consecuencias deseadas, deben por tanto adoptarse medidas jurídicas bien consensuadas, incluso profesionalmente, contando con expertos laboralistas en su confección y en su puesta en práctica para ser certeros.
En los últimos años, ha habido una especialización concienzuda en la contratación temporal, quizás basada en la incertidumbre del empresariado frente a la indemnización por despido que consideran rígida y cara, aunque en realidad no resulte serlo tanto. Ahora bien, al lado de esa realidad existe otra, llamativa y casi incomprensible, de la que se habla poco por considerarse normal, se trata del sector público, también centrado en la contratación temporal, disponiendo de grandes bolsas de contratación para cubrir vacantes, vacaciones, excesos productivos y un largo etcétera de modalidades contractuales, adoptadas incluso por la propia Administración Pública.
Existen en el sector público empresarial varios ejemplos, empresas como Correos y Telégrafos con una plantilla ciertamente amplia, del orden de los 67.000 empleados actualmente, entre los que excepcionalmente también hay funcionarios públicos; empresa que cuenta con bolsas de contratación temporal y de fijos discontinuos también de consideración. Dada la situación actual, en la que se impone un cambio de cultura en diversas lineas del espectro laboral y empresarial, no estaría de más plantearse la posibilidad de un relevo generacional en las plantillas de estas empresas de titularidad pública y con capital integro del Estado; una manera de dar ejemplo, siendo los primeros en dar el paso renovador. La jubilación de 15.000 funcionarios en Correos que hayan cotizado lo suficiente para la percepción del cien por ciento de su pensión, a cambio del empleo de otros tantos empleados temporales que actualmente componen las bolsas de empleo eventual que disponen de preparación profesional, supondría una cualificada opción, tanto desde la perspectiva laboral como desde la económica.
Otro área, en la que resultaría interesante el cambio de cultura, referido a la prestación parcial de servicios, podría darse en el ámbito de cierto perfíl de los autónomos, dado que, en algunas actividades, previa la regulación al efecto de compatibilidades concretas respecto de la percepción de desempleo o, de pensiones, se abriría un filón de trabajo por cuenta propia que, al mismo tiempo cotizara parcialmente por la actividad desarrollada.
Los sindicatos y la patronal tienen la palabra. Salvo mejor parecer. Baldomero Gómez
Por fin, despierta la inquietud realista por dar verdadera solución a los problemas del mercado de trabajo, en conjunción con los cambios de cultura, ya sean referidos a las modalidades de empleo al uso, ya lo sean al modelo productivo propiamente dicho.
El anuncio, a modo de señuelo, planteado por la Vicepresidenta Elena Salgado, sobre la implantación de modelos normativos de otros países, en materia de contratación parcial, ha abierto un debate necesario, respecto de la busqueda de soluciones, con la acertada plática sosegada a que nos tiene acostumbrados la Ministra económica.
Un cambio de cultura, necesario sin duda alguna, habrá de ser precedido de un cambio normativo que haga posible la consolidación de los acuerdos al tiempo que marque de manera clara la transitoriedad de otras medidas. Es por tanto, llegado el momento de plantearse la tan manida reforma laboral, basada en un objetivo de modernidad en las relaciones laborales y como pilar de la reforma de modelo productivo, sin obviar la adecuada protección de los derechos de los trabajadores. Hacer una improvisación podría no tener las consecuencias deseadas, deben por tanto adoptarse medidas jurídicas bien consensuadas, incluso profesionalmente, contando con expertos laboralistas en su confección y en su puesta en práctica para ser certeros.
En los últimos años, ha habido una especialización concienzuda en la contratación temporal, quizás basada en la incertidumbre del empresariado frente a la indemnización por despido que consideran rígida y cara, aunque en realidad no resulte serlo tanto. Ahora bien, al lado de esa realidad existe otra, llamativa y casi incomprensible, de la que se habla poco por considerarse normal, se trata del sector público, también centrado en la contratación temporal, disponiendo de grandes bolsas de contratación para cubrir vacantes, vacaciones, excesos productivos y un largo etcétera de modalidades contractuales, adoptadas incluso por la propia Administración Pública.
Existen en el sector público empresarial varios ejemplos, empresas como Correos y Telégrafos con una plantilla ciertamente amplia, del orden de los 67.000 empleados actualmente, entre los que excepcionalmente también hay funcionarios públicos; empresa que cuenta con bolsas de contratación temporal y de fijos discontinuos también de consideración. Dada la situación actual, en la que se impone un cambio de cultura en diversas lineas del espectro laboral y empresarial, no estaría de más plantearse la posibilidad de un relevo generacional en las plantillas de estas empresas de titularidad pública y con capital integro del Estado; una manera de dar ejemplo, siendo los primeros en dar el paso renovador. La jubilación de 15.000 funcionarios en Correos que hayan cotizado lo suficiente para la percepción del cien por ciento de su pensión, a cambio del empleo de otros tantos empleados temporales que actualmente componen las bolsas de empleo eventual que disponen de preparación profesional, supondría una cualificada opción, tanto desde la perspectiva laboral como desde la económica.
Otro área, en la que resultaría interesante el cambio de cultura, referido a la prestación parcial de servicios, podría darse en el ámbito de cierto perfíl de los autónomos, dado que, en algunas actividades, previa la regulación al efecto de compatibilidades concretas respecto de la percepción de desempleo o, de pensiones, se abriría un filón de trabajo por cuenta propia que, al mismo tiempo cotizara parcialmente por la actividad desarrollada.
Los sindicatos y la patronal tienen la palabra. Salvo mejor parecer. Baldomero Gómez
18 comentarios:
Si, desde las Administraciones y desde las empresas públicas puede hacerse mucho.
Ese cambio generacional, daría empleo pagando las jubilaciones a los jubilados en lugar a los desempleados
Me parece una idea muy interesante, ese relevo generacional a nivel de la Administración del Estado supondría nuevo empleados, éstos a su vez pagarían a los jubilados y saldrían de la filas del desempleo, con lo cual podría darse más estabilidad al mercado de trabajo.
La reforma laboral es una oportunidad para hacer las cosas bien, sin chapucillas
Las cosas pueden ir cambiando, anima mucho ver que hay disposición
Si quieren pueden encontrar soluciones.
Los empresarios estan cambiando su mensaje
En este apartado:
....."no estaría de más plantearse la posibilidad de un relevo generacional en las plantillas de estas empresas de titularidad pública y con capital integro del Estado; una manera de dar ejemplo, siendo los primeros en dar el paso renovador. La jubilación de 15.000 funcionarios en Correos que hayan cotizado lo suficiente para la percepción del cien por ciento de su pensión, a cambio del empleo de otros tantos empleados temporales que actualmente componen las bolsas de empleo eventual que disponen de preparación profesional, supondría una cualificada opción, tanto desde la perspectiva laboral como desde la económica...."
Yo añadería a este grupo de empleados, los que están "tocados" por algún tipo de patología y que la empresa no quiere o no puede darle una solución a sus características.Si se llevará acabo una salida a TODOS estos empleados SALDRÍAN BENEFICIADOS; LA EMPRESA y LOS EMPLEADOS, principalmente, y se acabaría con el tal conflicto que se está padeciendo en la actualidad en Correos.
Es cuestión de voluntad política y se dejaría a la justicia, bien saturada, para otros temas.....
Yo entiendo que ese grupo de empleados que tengan algún tipo de patología que les pueda suponer una jubilación, ésta ha de dársele SIEMPRE Y CUANDO CUMPLAN LOS REQUISITOS LEGALES para ello, y no como medida o salida para dar cobertura de empleo a esos colectivos de desempleados. La salida para éstos tiene que ser por la vía del relevo generacional de las plantillas cuyos trabajadores o funcionarios hayan cotizado lo sufiente para acceder al CIEN POR CIEN DE SU JUBILACIÓN. Es mi humilde opinión.Creo que no es lo mismo.
Coincido también con el autor del artículo y con Gala en que no es lo mismo. No entiendo como esa medida no se le ha ocurrido a nadie, ni siquiera a los sindicatos de este país. Así nos va.
Recordad que en el año 1999 al 2001 se produjo una masiva salida de funcionarios que no gusto a muchos de los que actualmente nos gobiernan. En aquella ocasión se hizo de forma desproporcionada, ya que no se basó en requisitos previos.Fue en aquella ocasión una salida generacional muy fuerte, ya que muchos negociados se vaciaron de personal con muchos años en sus espaldas y nada más...
Sí pero hay funcionarios que no van a dar más, su vida laboral está completa, con 65 años trabajados aunque tengan 50 o cincuenta y pocos años ya podrían marchar. Y hay muchos en esta situación y ser sustituídos por desempleados de las listas de contratación, con transparencia y legalidad.Este control podría ser a través de sindicatos y gobierno para que no hubiese fraudes. Es una forma de generar empleo fijo y estable.
Y si se abre el debate de los 12.000 empleados laborales que irán a la calle?
Los sindicatos están siendo prudentes, si siguen en esa línea pueden conseguir algo, pero solo si siguen como ahora
Los sindicatos han estado aletargados, hibernando. Algunos sospechosamente confundidos con la empresa, no se sabía quién era quién, como en el caso de Correos, muchos dirigentes e intermedios deben favores, se les ha colocado a familiares directos en los primeros lugares de las listas de contratación con maneras dudosas. Esos favores hay que pagarlos. Es hora de que salgan a dar la cara por los trabajadores, hay negociaciones negociables y otros derechos de nlos trabajadores que son innegociables.
El Presidente habló en Pamplona de poner todo su empeño en adoptar los medios para generar empleo y sobretodo empleo joven, podría tomar la idea del cambio generacional ese
En Correos sería un abance y en otros sectores como sanidad también, cambiar antigüos por jovenes, se puede hacer el cálculo dos por uno del paro y las cuentas le sanen a favor, aun les sobra para media jornada de otro, creo
Pero qué empleo se va a crear en una empresa que pierde más de cien millones de pesetas cada día laborable ?
Y se van a suprimir los contratos de alta dirección en el sector público estatal y administraciones públicas,o es que le van dar uno a servidora y los aumentan?
Malos tiempos para la lírica.
Si, los funcionarios de más de cincuenta para casa y en su lugar poner jovenes.
Tienen dinero para pagar contratados y para sus chapuzas.
Que limpien y que generen empleo, los funcionarios de mas de cincuenta a consumir que eso también es riqueza
Si al cambio generacional, el Gobierno podría aportar una solución más a este tema del paro creciente, es una idea realizable y que no produce gasto cambiar desempleados de las listas de cotrataación por funcionarios que tienen cotizada la jubilación.
Nos anuncian que el año próximo quizás sea peor, en empleo
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