Foto: Baldo
La mayoría de los votantes de izquierdas se preguntan: ¿Por qué no incluyeron en el paquete inicial a quienes más tienen?
Una vez más, pudiera ser que los ciudadanos estén más enfadados por las formas que por el fondo.
¿Son necesarias las medidas de ajuste?, si. ¿Son acertadas las medidas adoptadas?, en parte si.
Ayer, en un emotivo acto de entrega de premios Primero de Mayo, llevado a cabo por CCOO de Vigo, se notó tensión en el ambiente por distintas razones, todas ellas de profundo calado en los ideales. Uno de los galardonados que no pudo asistir, por razones obvias, el Magistrado Baltasar Garzón, centró gran parte de las intervenciones interrumpidas continuamente por la ovación y muestras de solidaridad y cariño de los presentes. De fondo, también cierto resentimiento por la decisión del Gobierno de adoptar medidas de ajuste económico, dirigidas de una manera contundente hacia sectores poco favorecidos de la sociedad, caso de los pensionistas. Entre los intervinientes en el acto, destaca la de un invitado venido de Madrid, en nombre del Secretario General de CCOO, Ignacio Fernández Toxo, quién aludió a la muy probable posibilidad de una huelga general, intervención que recibió aprobación y aplausos.
El Gobierno, todavía debate la adopción de medidas que incluyan en el paquete, tarde, a las personas que tienen más capacidad económica. La duda siembra discordia y pasará una factura muy cara.
Nadie duda, de que las medidas drásticas adoptadas por el Presidente Zapatero, son una respuesta necesaria a la desconfianza internacional ante las previsiones fatalistas del déficit español. Aunque algunos, como el Partido Popular, se empeñen en dar la espalda en momentos clave para la economía española, sabemos, que todo es poco para evitar el pánico en los mercados y alejar las dudas sobre la estabilidad.
Las adversidades sobrevenidas, habrán de ser asumidas.
De todos es conocido que en la mesa tenemos, por más que nos pese, la discusión seria y sosegada sobre cuestiones de futuro a adoptar casi de forma inmediata, que por impopulares que resulten, por el bien común conviene afrontarlas, pero habrán de hacerse contando con sus destinatarios, amparados por el más exquisito respeto a los ciudadanos y especialmente a los votantes de un proyecto progresista. Retrasar la jubilación, congelar gastos superfluos, atajar el fraude fiscal, ¿por qué ocultarlo?
La competitividad y las prejubilaciones, aunque estas últimas suponen un gasto a evitar, no es menos cierto que en concretos sectores que están resultando improductivos, al estar sometidos a cambios coyunturales emanados de Directivas europeas, caso, entre otros, de empresas estatales de una considerable dimensión, como Correos y Telégrafos, en la cual, dado el gran número de funcionarios adscritos, permitiría una opción de reajuste de plantillas al tiempo de consolidarse empleo, haciéndose un canje de funcionarios, que han cotizado más de 30 años, por desempleados integrantes de sus propias listas de contratación, aplicándose un porcentaje de salidas que permita una estabilización de las plantillas y una reorganización de los efectivos, con vistas a la competitividad.
Mientras tanto, produce escalofríos, escuchar a la oposición del PP, manifestarse en pro de evitar las restricciones sociales. No podemos seguirles el juego, por esta parte sólo cabe decirle a Zapatero que responderemos con respeto, prudencia y contundencia. Salvo mejor parecer. Baldomero Gómez